Un éxito rápido o fulgurante puede despertar el interés de algunas marcas y agencias con no tan “buenas intenciones”. Ser conscientes de ello y tenerlo presente, además de algunos consejos, puede llevarnos a evitar muchos problemas.

En las partes iniciales de tu éxito o cuando este surge de un crecimiento tremendamente exponencial, provocado por ejemplo por “ser viral”, los mails y mensajes de estos creadores se llenan de ofertas tanto de marcas como de agencias.

Muchas veces estas marcas o agencias simplemente quieren posicionarse, debido a la competencia bastante dura, de forma ágil y rápida para no perder estos perfiles, o apostando en un momento temprano por ellos, buscando un beneficio a futuro de ambas partes.

Sin embargo, muchas veces estas tienen también malas intenciones iniciales, que se podrían resumir en las siguientes malas practicas:

Contratos abusivos

Al ser posiblemente su primer contrato de trabajo en este mundo, carecer de un asesoramiento profesional y dejándose llevar por su buena fe… Los influencers pueden encontrarse ante contratos totalmente abusivos.

En el caso de agencias en cuanto a cláusulas de exclusividad o comisiones “injustas”; o no ofreciendo unos servicios mínimos a los que cualquier agencia debería llegar. También pueden no atraer los suficientes “trabajos” para sus creadores, o no lo suficientemente provechosos. Esto unido a un contrato de exclusividad, puede provocar el bloqueo y fin de su carrera.

Por parte de las marcas estos contratos abusivos suelen serlo más en cuanto al modo de remuneración; a cláusulas de exclusividad abusivas; o demandas de trabajo rozando lo ilegal.

Incumplimiento de lo firmado

Impagos, romper el contrato de forma improcedente, saltárselo, no respetar todas las cláusulas…

Estas situaciones pueden ser muy frustrantes y a día de hoy puede ser bastante poco recomendable acometer acciones legales, por el coste y el tiempo a invertir. Siendo preferible evitar estos problemas de antemano.

Bajas remuneraciones

Al ser el éxito tan reciente, puedes no saber lo que vales o lo que valen los servicios que has prestado. De este desconocimiento, pueden aprovecharse tanto agencias, como marcas. Pagos muy bajos, o sujetos 100% a comisiones (siendo además estas bajas), o incluso dándonos solo producto…

Este tipo de prácticas son habitualmente el día a día de cualquier Influencer, por lo que es imprescindible negociar cada contrato y estar bien asesorado, además de ser consciente de tu valor. Por eso en estos momentos tempranos es cuando menos control se tiene de todo esto y más habitual puede ser sufrirlo.