LEY DE INFLUENCERS EN FRANCIA

LEY DE INFLUENCERS EN FRANCIA

Francia lidera la regulación de influencers con una legislación integral y sanciones severas.

En el epicentro de Europa, el influencerismo ha encontrado un terreno legalmente regulado: Francia se erige como pionera en la regulación de este fenómeno en constante crecimiento. Convirtiéndose en el primer país de la Unión Europea en tomar medidas concretas, esta nación ha aprobado una exhaustiva legislación que busca controlar los excesos y proteger tanto a los usuarios como a los consumidores. A través de esta histórica iniciativa, Francia da un paso adelante en la arena digital.

El influencerismo, conocido como “influvoleurs” en el país galo, ha experimentado un auge sin precedentes, estimándose que alberga alrededor de 150,000 influencers. Con el respaldo de la Asamblea Nacional y el Senado, la nueva ley entra en vigor desde el 9 de junio de 2023, con el objetivo de establecer parámetros claros y limitar las prácticas controvertidas que han acompañado este floreciente sector.

Dentro de las medidas adoptadas, se destaca la prohibición de ciertas promociones y la restricción de otras solo en plataformas donde no haya presencia de menores, como es el caso de OnlyFans o ciertos contenidos de YouTube con control parental. Esta regulación también veta la promoción de cirugías estéticas, medicamentos no contrastados, productos de nicotina y apuestas. Además, introduce restricciones en la promoción de productos financieros y criptomonedas, dejando fuera de la normativa la publicidad de productos alcohólicos.

La transparencia emerge como un pilar fundamental de esta nueva legislación. Se establece que los influencers deben indicar si sus imágenes o videos han sido retocados digitalmente, así como si se ha empleado inteligencia artificial en la creación de su contenido.

La definición de influencer se enfoca en aquellos individuos que, “a título oneroso”, comunican contenidos en línea que promueven bienes, servicios o cualquier causa, reforzando la noción de responsabilidad en sus acciones digitales.

En la búsqueda de un equilibrio, la ley prohíbe la inclusión de animales prohibidos en el contenido, tales como cachorros de león o tigre, y exige que, a partir de ciertas sumas de dinero, exista un contrato regulador de las colaboraciones.

Asimismo, impone la necesidad de un seguro de responsabilidad civil, incluso para influencers que operen fuera de la Unión Europea, añadiendo el requisito de un representante legal en el territorio europeo.

La transparencia publicitaria adquiere una nueva dimensión bajo esta regulación, obligando a los influencers a marcar claramente cuando su contenido es de naturaleza publicitaria. Las sanciones por incumplimiento no son leves, con multas que llegan hasta los 300,000 euros y penas de hasta 2 años de prisión.

La promoción de productos prohibidos conlleva multas de 100,000 euros, mientras que no indicar colaboraciones puede resultar en sanciones de 37,500 euros.

Para garantizar el cumplimiento de esta regulación, se ha designado a 15 personas responsables de supervisar su implementación. Con esta legislación completa y vanguardista, Francia no solo establece un marco normativo para los influencers, sino que también sienta un precedente que resonará en toda Europa.

Mientras esta primera etapa se cierra, es inevitable preguntarse qué otros temas, como los niños influencers, podrían ser abordados en futuras instancias regulatorias.

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