En los últimos tiempos, ha quedado constatado como la televisión tradicional y los Influencers, son competencia. El tiempo del espectador se reparte muchas veces entre ambos, y por ende, también los contratos publicitarios. No es el único peligro al que se expone la televisión, también está en peligro ante el empuje de las grandes plataformas de Streaming. Sin embargo, son los Influencers los que a día de hoy más están cayendo en el error, de parecerse a la televisión tradicional, por lo menos, hasta que las plataformas de streaming no empiecen a integrar la publicidad en sus plataformas.
Los Influencers llevan enfrentados a los grandes medios desde su nacimiento, la razón era clara, venían a llevarse parte del pastel publicitario, por lo que los medios trataban de dañar su imagen y sobre todo su credibilidad. Sin embargo, como en la mayoría de estos cambios sociales, son los propios personajes los que muchas veces, se van poniendo la zancadilla a sí mismos.
En el caso de los Influencers, los últimos tiempos estamos viendo como han caído en varios de los errores en los que cayo la televisión tradicional y que poco a poco la han ido enterrando, pese a que por supuesto, dado su tamaño y poder, sigue muy viva. Reflexionamos sobre cada uno de ellos, ahora que todavía, el Influencer esta a tiempo de corregir y encauzar su trayectoria, así como de aprender de los errores pasados de otros.
SALSEO
De un tiempo a esta parte, la televisión dejo de ser una plataforma de creación de contenido de valor, para pasar a ser un instrumento de difusión de información más sensacionalista, que veraz o de utilidad para el espectador. Los informativos, los programas de fútbol, los del corazón… en todo primaba más el sensacionalismo, el puro salseo y la desinformación; con el fin de atraer al espectador, que parecía sentirse más atraído por este tipo de estrategias, hasta evidentemente, su hastío.
Esto parece haber llegado también al mundo de los influencers, líos amorosos, discusiones públicas, declaraciones incendiarias… todo valía con tal de conseguir más visualizaciones, likes y seguidores. Dejando de ser creadores de contenido de valor e importando más su vida privada que el resto de su vida. Estas prácticas son peligrosas, porque además de ser mucho más efímeras (la fama es mucho menos duradera), deterioran el nivel de contenidos de las plataformas y con ello, acaban perdiendo el favor de las marcas.
Recordemos por ejemplo, lo que le ha costado a TikTok quitarse ese aura de que solo era una simple plataforma de adolescentes realizando bailes y conseguir conquistar a las grandes marcas para llevar a cabo campañas publicitarias en ella. Por todo ello, los Influencers han de ser cautos, no buscar la viralidad fácil a costa del largo plazo y volver a sus antiguas formas, donde primaba más el contenido, ya fuera de moda, foodie, fitness, makeup…
NÚMEROS
La televisión empezó a obsesionarse con el share y las audiencias, analizándolas hasta el extremo y buscando los motivos de esos picos, que muchas veces eran motivados por el salseo anteriormente mencionado. Esta rendición a los números les hizo bajar mucho sus estándares de calidad y entregarlo todo a esto, con el riesgo que esto provocó como mencionábamos antes, en el largo plazo.
Muchas veces el contenido de calidad tarda más en arrancar, incluso nunca llega a esos picos de alcance que si tiene el salseo, sin embargo es más estable y a largo plazo, suele dar muchos mejores resultados. Sería algo así como la comida basura, es mucho más atractiva que un cocido quizás, pero a largo plazo, nos va a resultar mucho más atractivo comer un cocido a diario, ya sea por hastío de sabores más artificiales o por simplemente salud.
En el caso de los Influencers además, estos números todavía son mucho más números, la televisión no puede auditar sus métricas ni un 1% de lo que lo puede hacer un Influencer, es más, muchas veces extraen la mayor parte de sus métricas de las mismas redes sociales. Por tanto caer en el error de sobreanalizar estos y “venderse” en el favor de los mismos, puede a largo plazo acabar con tu carrera y con el sector en general.
PUBLICIDAD
La excesiva carga de publicidad en la televisión, ha sido otro de sus mayores problemas. Publicidad implícita dentro de los mismos contenidos, anuncios dentro de ellos y pausas publicitarias, todo ello sobrecargaba al espectador, que acabo cansándose de que para ver un contenido de 2h, tenía que ver en ocasiones hasta un 50% de publicidad. Eso unido al bajón de la creatividad publicitaria, con anuncios cada vez más artificiales y menos originales, deterioro mucho este segmento.
Y este es un riesgo al que se ven sometidos también los Influencers, depender demasiado de las colaboraciones, sobrecargar a sus seguidores con demasiado carga de este tipo y además, no intentar integrar esta de forma más o menos natural en sus contenidos, puede acabar marcando su fin. Eso junto con que dichos productos o servicios vayan cada vez estando menos en línea con sus perfiles, con el fin de ingresar más y más o peor, con el fin de ser sostenibles.
Es importante para el Influencer tener un modelo de monetización en torno a él mismo y sus contenidos y que las marcas sean una forma de potenciar este modelo, si no, esta condenado a rendirse a ellas en prejuicio de sus seguidores, y por consiguiente a su fin.
Por tanto, es importante estar avisados para no cometer los mismos errores que ya se cometieron en el pasado y con ello, continuar creciendo poco a poco y sin prisas en un sector muy canibalizado, pero en el que a veces las prisas, no son buenas consejeras.