Influencer es una de las profesiones más odiadas, esto no tiene del todo sentido y hemos intentado reflexionar en el porqué actual y las soluciones.
Vamos a contar un caso de este verano.
La Influencer es Aitana Soriano en un programa de redes sociales, le preguntan cuanto es lo máximo que ha llegado a cobrar y responde, no sin antes preguntar al público, suponemos que tendría parte de su equipo allí, si puede decirlo,
¿La cifra?
35mil euros
Lo primero y por poneros en contexto, suponemos, por sus números, que esto sería una campaña anual, no por una simple publicación, no lo se al 100%, pero es lo más factible, las marcas no son tontas y ella no tiene números como para 35.000€ por una publicación.
El problema es que las redes sociales han explotado… La gente decía lo mucho que ha estudiado para ganar x, sus padres toda la vida partiéndoselos la espalda para llegar apurados a final de mes etc etc
Pero, ¿por que odiamos a los influencers??
Un estudio de las profesiones más odiadas, arroja los siguientes datos, las profesiones mas odiadas son:
1. Políticos
2. Vendedores de seguros
3. Sacerdotes, influencers, vendedores de armas
Sin embargo esto contrasta mucho con la realidad en España por ejemplo, donde los niños y adolescentes quieren ser Influencers. Pero, si lo analizamos bien, hay un nexo común en ambas tendencias.
El profundo desconocimiento que existe del sector. Esto provoca que o lo odies, o lo ames.
Resumimos los tópicos:
- No hacen nada
- No aportan nada
- No tiene mérito alguno
- Son personas vacías y con pocos estudios
Además, al ser un mercado que ha explotado recientemente y se necesita asentar
Se ha masificado, con demasiados contenidos en Redes sociales, poca credibilidad a veces de los Influencers y muchos escándalos por parte de algunos, esto no ha hecho más que menoscabar el sector.
- Problemas de autenticidad y credibilidad. Era dinero fácil, se estaba empezando y muchos menoscabaron la imagen del sector,
- Saturación de contenido. Ha habido una pequeña burbuja, todo el mundo era Influencer, estábamos mucho tiempo en Redes Sociales, todo esto nos ha hecho magnificar todo demasiado.
- Materialismo y superficialidad. Muchos Influencers se equivocaron en esto, si nos fijamos, todos se están reorientando por ser mucho más “Humanos” y dejar de lado esa falsa impresión de perfección en sus vidas.
- La comparación y autoimagen. Los influencers nos han hecho daño, nos hemos comparado con sus vidas, con sus físicos, con todo. Nuestros cerebros no han sabido diferenciar que lo que se muestra en redes no es la vida real, esto nos ha hecho daño a muchos y esto provoca resentimiento.
- Poco expertise, se han ido tecnificando, pero en el pasado muchos abordaron temas sin saber, temas en los que las personas que sabían, se tiraban de los pelos, esto ha menoscabado también mucho.
Y este es un resumen un poco de la situación, ha habido un boom, sabemos poco de la realidad, vivimos de los tópicos y todo esto se ha juntado y nos ha llevado a que sea una profesión odiada.